martes, 27 de septiembre de 2011

Circuito de causa y desesperación... (No sufiente)


La emotiva desolación de encontrarme con los hechos y las anécdotas de piezas rotas de un entorno que muchas veces solo sigue porque no entiende, pero sigue allí porque es lo único que se puede se puede tener.
Así me siento muchas veces, por decretar que la resignación me acompañe a partir de hoy y de los demás días de mi absurda existencia…
He tomado la monotonía como un artefacto que lo llevo como un hilo, el cual está allí en mi muñeca, que me recuerda que mi penitencia es tan grande y tan destructiva, tan llena de ansiedad y al mismo tiempo adictiva, que la verdad se hizo costumbre dentro de lo mas hondo de mi ser.
Cada día se me es difícil escribirte, no por buscar palabras o cosas nuevas para seguir con esta pequeña prosa. El significado es que me duele cada día mas tu ausencia, cada palabra que avanzo es como si me desangrara lentamente sin ver donde está la herida, por tal motivo solo lo siento, pero no encuentro la solución de la hemorragia para crearle un torniquete y así pueda resistir poco a poco; para llenarme de medicamentos y de una vez por todas cerrar esa herida lastimera, haciendo que solamente palpe mi cicatriz y sonreír por los recuerdos enfermizos que aún no me dejan despertar.
Pero yo sé muy bien que si encontrara esa cicatriz, no la dejaría cerrar, pues si puede existir un día en que esté con la determinación al máximo, también existen más días en los cuales todo se vuelve melancólico, tan evidente. Con solamente pensar en ti, el dolor sirve como bálsamo de un amor agónico, al que ahora lo puedo decir sin restricciones, porque ya ha pasado mucho tiempo, y no puedo parar de lamentarme, cada segundo en que tuve que alejarme de tu existencia.
Pero yo lo sé muy bien, y lo entiendo cada día mas, fui un ser despreciable, y quizás lo que ahora sufro lo tengo muy merecido, no tengo rencores, solo me odio a mi mismo, y sé que eso no es muy bueno que digamos, pero por mi fuera dejaría que todo el dolor que tu sientes drene instantáneamente en mi ser y que allí no salga.
Lo sé muy bien, ya no existen caprichos, los errores los he estudiado demasiadas veces, y cada vez que lo pienso, encuentro mas cosas decepcionantes y lo mal que me porté con un amor tan frágil, que en mis manos llegó a explotar y sin dejar rastro.
Claro que lo que me refiero es el amor que tú depositaste en mí, porque las esquirlas están aún en cada recuerdo de tu huida estrepitosa.
Sé que he intentado cambiar mi vida, ha cada instante, y sinceramente lo hago diariamente, pues en la realidad, vivo un vida sin que nadie pueda notar (ahora) lo que estoy sintiendo por dentro.
Pero como es el corazón o mi subconsciente tan cruel, que en ciertas ocasiones, se me caen las lagrimas sin darme cuenta y tengo que dar muchas explicaciones, pero de las cuales ni yo entiendo porqué suceden, pero siento que mi alarma de amor aún sufre desesperadamente, sin que yo le pida hacerlo.
Sé que los cumpleaños han sido muy emotivos, pero en el fondo ese vacio no se puede ir, pero lastimosamente debo llegar a mi cuarto y recién puedo ser yo mismo, ese ser que está tan carcomido por la desgracia y la miseria de necesidad de un abrazo especial y de amor puro y verdadero, y lo único que me queda es suspirar y dejarme llevar por el sueño y mi cama.
Pero hasta mis propios sueños son muy crueles conmigo, porque si un día duermo tan calmado y con la determinación acompañándome, los espejismos reales enfocan en mi subconsciente tu presencia, tu virtud sobrevuela en mí, dándome tu sonrisa tan hermosa, y al mismo tiempo me hace llorar dentro de mi cabeza, abrazándote con todo mi ser, con cada irrealidad sincera hace decirte todas las cosas que me faltaron decirte, y cuando apareces en mis sueños, trato que no te vallas, trato que no despertar, pero es inútil, porque al abrir mis ojos, la desesperación recita miles de gritos sordos, tan explosivos que hasta las imágenes pegadas en la pared, me acompañan en mi sufrimiento.
Lo siento, lo siento muchas veces, pero lo que escribo está acompañado con mi corazón, con cada respiro, con cada amanecer y atardecer. Pero no puedo mentirme mas, ni a mi mismo ni a ti, pero sé que nunca recibirás este suplicio, pero no he dejado de amarte, aunque las terapias, sean en compas de mis nuevos pasos ti, pero ya vez, que olvidar es difícil, tan difícil que cada palabra que avanza, está acompañada con un grito de nostalgia y desesperación, todo lo que quiero que seas feliz…
Te lo mereces… y demasiado y cada instante, por mi fuera trataría de estar en tu puerta ahora mismo, pero las armas que me dio el destino, no me permite nada, solo llorar a la distancia, y poco a poco armando mi balsa imaginaria, para así un día llegar a decirte que aquí estoy, y aunque tomes la determinación de no mirarme, habré arriesgado.
He escrito tantas cosas, que lo que estoy por terminar solo se va convertir, solo en un pequeño párrafo de lo que siento por ti, y lo que daría por estar cerca.
No pido perdón, no pido que me vuelvas a mirar, solo pido que alguna vez sepas que si te pienso, que si te anhelo. Y lo más importante que deposites tu sufrimiento para llevármelo con todas las cosas perdidas, al olvido ese que cree para ti, que irá a lado de la gran distancia que fue creado por las casualidades y la espera.