jueves, 26 de julio de 2012

UN SUEÑO FACÍL DE SABOTEAR


 Los hechos de un hombre, serán arrastrados al vacio por este contenido.
El fue a buscar un sueño que muchas personas le habían relatado de su existencia, tal vez por llenar el vacío que en su interior tenia.
Tomó un camino muy largo, dejando de ver así el pasado. Apretó muy fuerte sus puños y remarcó sus esperanzas, para que estas le acompañaran a cualquier mundo donde él quiera caminar.
Salió a las 5:36 de la mañana, con una mochila llena de alimentos. Llevaba las monedas suficientes para sobrevivir varios días. Llevaba agua de grifo, pues le daba pereza calentarla y gastar dinero por un líquido que está en muchos lados.
Uno de sus amigos le recalcó que estaba loco, al verlo partir sin despedirse de nadie. El solo atinó a decirle:
- ¡Camina si quieres seguirme, nadie te dijo que me siguieras! –
- ¿A dónde vamos? –
- Ha buscar Dragones –
-¡En pleno siglo 21, crees en esas cosas!-
-¿Por qué no?-
- Pues los dragones son parte de la mitología, y que las antiguas personas describían como tales a los restos óseos de los dinosaurios.-
- Pues eso es lo que dicen muchos, pero yo no les creo; pues yo vi pasar uno hace un mes-
-¡Definitivamente estás loco!, ¿sabes ha quien me recuerdas?-
-¿A quién?-
- Al señor Alonso Quijano –
- Haaa, creo que tienes razón, y creo que alguien ya había pensado en mi idea, entonces creo que va ser aburrido –
Al lapso de unos minutos, el soñador fue a su casa y dejó todas sus pertenencias y se duchó y se fue al trabajo.
(***)
El soñador siguió viviendo una vida común; Hasta que un día no muy lejano y no tan cercano, se puso a ver la  televisión y de pronto quedó aterrado… Un señor llamado Juan Borges, Quién era ciego, en compañía de unos amigos ubicaron en una cueva perdida, la primera aparición de un dragón en la faz de la tierra.

Salió...

Tu refugio ya no es el mío, sagrado canto de una esencia perdida.
Tomando de una buena vez mi cuerpo, que fue apagado por el tiempo.
Alejándome de una buena vez de muchos recuerdos sin cumplir, dejándote en paz por fin.
¿Eso fue lo que querías verdad?
Pues me costó mucho aceptar mi derrota (Años). Ahora la simple realidad que viene acompañada, tocando las últimas estrofas de tu voz, borrándose en mi mente.
Las veredas del camino que tomé, aún se ven sin un objetivo; pero tengo a mi lado la experiencia de que jamás volveré a confiarle a nadie mi alma.
Ya es demasiado tarde. Dijiste lo siento; ahora yo digo lo contrario.
Cumpliré mi promesa contigo, cuando cumpla las cosas más importantes que llegaron después de ese ocaso.
¿Qué tanto llegaste a equivocarte?
Dejaste que las demás personas piensen por ti, dejando en extravío tu alma; convirtiéndola en una sombra.