Tu
refugio ya no es el mío, sagrado canto de una esencia perdida.
Tomando de una buena vez mi cuerpo, que fue apagado por el tiempo.
Alejándome de una buena vez de muchos recuerdos sin cumplir, dejándote en paz
por fin.
¿Eso fue lo que querías verdad?
Pues me costó mucho aceptar mi derrota (Años). Ahora la simple realidad que
viene acompañada, tocando las últimas estrofas de tu voz, borrándose en mi mente.
Las veredas del camino que tomé, aún se ven sin un objetivo; pero tengo a mi
lado la experiencia de que jamás volveré a confiarle a nadie mi alma.
Ya es demasiado tarde. Dijiste lo siento; ahora yo digo lo contrario.
Cumpliré mi promesa contigo, cuando cumpla las cosas más importantes que
llegaron después de ese ocaso.
¿Qué tanto llegaste a equivocarte?
Dejaste que las demás personas piensen por ti, dejando en extravío tu alma; convirtiéndola
en una sombra.
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