miércoles, 6 de mayo de 2009

Hoy quiero refrescarme con gripe...

Hoy quiero, salirme del esquema, de este blog, bueno estuve pensando algo…

Hoy quiero el nostradamus de bolsillo, quiero decir algunas cosas sobre el futuro de este planeta a partir de estas cosas alarmantes y al mismo tiempo graciosas.

A continuación mi profecías...

1.- esta epidemia de la gripe porcina se adelantara y será una reacción en cadena, como el presidente de mi país que dijo que no se besaran ni se tocaran, como a la gente no le gusta respetar las reglas, todos van resultar estornudándose en la cara como saludo moderno. (¡Está de moda, todos al ataque!, AAACHUU)
2.- Al salir de tu casa, aparecerán unos hombres con traje, sí esos con trajes herméticos como si fueran astronautas, te agarraran te subirán, al lado de los tuberculosos, y los que cuando miran al sol estornudan, (no hay distinción para estos seres)


3.- Al llevarte, te empujaran y te llevaran a un peluquero visco, que te rapara el pelo como Ronaldo en la copa del 2002 con un moñito en la cabeza.
Nos podrán batas blancas, y si no quieren verse igual hay para escoger los siguientes:
Les podrán una bata de hello kitty (a las mujeres) y uno de pikachú (a los hombres)
A los del tercer tipo uno de michael jackson.


4.- Nos darán de comer el alimento de asistencia de emergencia, eso que les dan a los mas necesitados, así que prepárense, los gobiernos fomentan que todos deben alimentarse del pescado, sobre todo la anchoveta, y todo comeremos la parte negra, encima nos darán siempre, porque dirán que esos animales no son tocados por el virus.


5.- No les gustara, perder su dinero en nosotros los infectados asi que todos tendremos lo mismo en ese lugar, se acabo el msn, se acabo el hi5 y el facebook. Y nada de entrar a youtube, para ver bloopers.



6.- nos pondrán una programación “educativa”, no, no nos pondran documentales, nos pondrán, todos los capítulos de laura bozzo en su talk show, a la 1 y para las señoras nos repetirán 4 veces al día Maria la del barrio, para los pequeños les pondrán lazy town.
Rebelde para los jóvenes y para los mas mayores los musicales de reguetoon y las románticas, acompañadas de kudai y belanova.


7.- Nos tendrán en dentro de los colegios estatales y acamparemos en las lozas de fulbito, a lado de la tía chismosa y la comadre de la quinta.






8.- Nos llevaran al baño, además debemos y siempre en grupos ir en grupos… ,lo mismo pasara cuando nos iremos a bañar O_o.



10.- si intentamos escaparnos, nos pondrán de vigilante, al personaje más asqueroso y metido de la farándula de nuestro país. (Vallan imaginándoselo).


11.- por ultimo, escogerán 5 personas diarios, para hacer comerciales, para que los demás países digan que estamos felices y contentos, claro, si nos drogan con plantitas ha ja ha, así cualquiera....

3 comentarios:

  1. T. de C. by H. M.
    Era el peor enemigo de mí mismo. No había nada que deseara hacer que no pudiese igualmente dejar de hacer. Incluso de niño, cuando no me faltaba nada, deseaba morir: quería rendirme porque luchar carecía de sentido para mí. Consideraba que la continuación de una existencia que no había pedido no iba a probar, verificar, añadir ni sustraer nada. Todos los que me rodeaban eran unos fracasados, o, si no, ridículos. Sobre todo, los que habían tenido éxito. Estos me aburrían hasta hacerme llorar. Era compasivo para con las faltas, pero no por compasión. Era una cualidad puramente negativa, una debilidad que brotaba ante el simple espectáculo de la miseria humana. Nunca ayudé a nadie con la esperanza de que sirviera de algo; ayudaba porque no podía dejar de hacerlo. Me parecía inútil cambiar el estado de cosas; estaba convencido de que nada cambiaría, sin un cambio del corazón, ¿y quién podía cambiar el corazón de los hombres? De vez en cuando un amigo se convertía; era algo que me hacía vomitar. Tenía tan poca necesidad de Dios como El de mí, y con frecuencia me decía que, si Dios existiera, iría a su encuentro tranquilamente y le escupiría en la cara.

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  2. (...)
    Lo más irritante era que, a primera vista, la gente solía considerarme bueno, amable, generoso, leal, etc., porque estaba exento de envidia. La envidia es la única cosa de la que nunca he sido víctima. Nunca he envidiado a nadie ni nada. Al contrario, lo único que he sentido ha sido compasión hacia todo el mundo y por todo.
    Desde el principio mismo debí de haberme ejercitado en no desear nada demasiado ardientemente. Desde el principio mis­mo, fui independiente, pero de forma falsa. No necesitaba a nadie porque quería ser libre, libre para hacer y dar sólo lo que dictaran mis caprichos. En cuanto esperaban algo de mí o me lo pedían, me plantaba. Esa fue la forma que adoptó mi independencia. En otras palabras, estaba corrompido, corrompido desde el princi­pio. Como si mi madre me hubiera amamantado con veneno, y, aunque me destetó pronto, el veneno permaneció en mi organis­mo. Parece ser que, incluso cuando me destetó, me mostré completamente indiferente; la mayoría de los niños se rebelan, o fingen rebelarse, pero a mí me importaba un comino.

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  3. (...)
    Todo lo que ocurre, cuando tiene importancia, es contra­dictorio por naturaleza. Hasta que no apareció aquella para la que escribo esto, pensaba que las soluciones para todas las cosas se encontraban en algún lugar exterior, en la vida, como se suele decir. Cuando la conocí, pensé que estaba aprehendiendo la vida, aprehendiendo algo en que podría hincar el diente. En lugar de eso, la vida se me escapó de las manos completamente. Extendí los brazos en busca de algo a que apegarme... y no encontré nada. Pero, al hacerlo, con el esfuerzo por aterrarme, por apegarme, a pesar de haber quedado desamparado, descubrí algo que no había buscado: a mí mismo. Descubrí que lo que había deseado toda mi vida no era vivir —si se llama vida a lo que otros hacen—, sino expresarme. Comprendí que nunca había sentido el menor interés por vivir, sino sólo por lo que ahora estoy haciendo, algo que es paralelo a la vida, pertenece a ella al mismo tiempo, y la sobrepasa. Lo verdadero me interesa poco o nada, y tampoco lo real, siquiera; sólo me interesa lo que imagino ser, lo que había asfixiado día a día para vivir. Que muera hoy o mañana carece de importancia para mí, nunca la ha tenido, pero que ni siquiera hoy, tras años de esfuerzo, pueda decir lo que pienso y siento... eso sí que me preocupa, me irrita. Desde la infancia me veo tras la pista de ese espectro, sin disfrutar de nada, sin desear otra cosa que ese poder, esa capacidad. Todo lo demás es mentira: todo lo que haya hecho o dicho en cualquier época que no tuviera relación con eso. Y ésa es, en gran medida, la mayor parte de mi vida.

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